Chávez y compañía, listos para dar cátedra

Chávez arrancó en 2009 con Tratame Bien y allí se puso en la piel de un hombre de clase media que después de 27 año se separa de su mujer (Cecilia Roth), en 2011 llegó El Puntero y se metió con el mundo político del conurbano bonaerense, una especie de barrabrava que surfea en las municipalidades y en 2015 se puso en la piel de un asesino con cara de santo, en la fachada de un médico renombrado de un pueblo chico.

En esta ocasión, con El Maestro, Suar apeló a guionista no habitués de la Pol-ka y que viene de la línea del teatro como Romina Paula y Gonzalo De María.

Este último fue uno de los responsables junto a su par Erica Halvorsen del éxito de principio de año de la tira de Telefé, Amar Después de Amar con Isabel Macedo y Mariano Martínez.

En El Maestro, que hace alusión al mote con que lo llaman sus propios pares, interpreta a un profesor retirado de la danza clásica y su vida pasa por dar clases en el conurbano y de repente se debe hacer cargo de su nieto y una alumna de clase baja (Carla Quevedo) se le presenta para que la prepare para ganar una beca.

En ese concurso se va a topar con quien fuera su pareja y también bailarina y ahora profesora de danza (Inés Estévez).

Ella tendrá su alumna preferida (Luz Cipriotta) a quien preparar para ganar la misma beca. Otra vez se rememora la rivalidad del ex matrimonio a través de sus alumnos. El condimento de Estévez es que se enamora de su alumna.

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Este año, Pol-ka en sus ficciones incorpora amores lésbicos. En la tira Las Estrellas los personajes de Violeta Urtizberea y Julieta Nair Calvo se enamoran también. En El Maestro se muestra distantes de sus papeles de histriónico y nervioso. Algo de eso ya había pasado en El Signo, ahora esa performance se profundiza y el actor se muestra como un hombre de rigor, estricto, inflexible y coloca la disciplina como su principal valor. Muy propio del mundo de la danza.

En el caso de Estévez, su Paulina “es una mujer dañada y que lo único que busca es hacer daño”. El elenco se completa con actores de lujo como Juan Leyrado, quien fuera compañero de Prat en el mundo de la danza y se convirtió en su amigo inseparable, María Socas (mamá de la alumna de Chávez) y quizás desentone un poco en la ficción el papel de Abel Ayala como el novio boxeador de la inmaculada alumna de Chávez, Dos mundos contrapuestos.