Dolores Fonzi y Santiago Mitre comparten la vida y también compartieron el rodaje de La Cordillera. Desde 2015, luego de trabajar juntos en La Patota, comenzaron una relación sentimental que perdura. DIARIO POPULAR dialogó con ellos. Sobre la elección de Dolores como una de las actrices, su pareja comentó: “Con Dolores... no puedo no trabajar con Dolores”.
Ella interrumpió y con humor acotó: “Yo hice casting, jaja. Antes hicimos La Patota. Ahí lo conocí. Es tan divino... Fue un flechazo. Dirige tan bien las películas, que pensé que así también podía dirigir la vida”. El joven director retomó la palabra y añadió: “Con ella comparto espacios de intimidad y me parece una actriz genial. Siempre hablamos sobre las ideas que quiero hacer. Es lo mejor que me puede pasar trabajar con ella”.
Mitre además contó sobre la elección de los otros actores al expresar: “En Ricardo pensé antes de la película incluso. Él fue un faro. Tiene la imagen del ciudadano perfecto y también del presidente. Y Pichón Romano fue un descubrimiento para mí. Me encontré con un actor telentosísimo y divertidísimo para trabajar. Es notable la comodidad con la que Gerardo se movió en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, en el ámbito político. Es algo que ya lo trae en su cuerpo. Por su historia propia, le es fácil apropiarse del papel. Credibilidad, se llama eso. Con Erica Rivas y los actores de los otros países también fue un placer trabajar”.
Y agregó: “La primera idea fue retratar cómo se construye poder en las bambalinas de una cumbre de presidente y contraponerlo con los vínculos familiares, la intimidad de un presidente”. Más allá de la dirección, el guión también es de Santiago Mitre, junto a Mariano Llinás (hermano de la actriz Verónica Llinás).
Por su parte, Fonzi manifestó: “Trabajar con Santiago y con Ricardo (Darín) fue fundamental en el armado del personaje. Hubo mucho trabajo de mesa. En el momento del rodaje no se improvisa. La clave fue trabajar las emociones. Fue bastante en conjunto. La dirección fue exacta en cada momento. Cada película que hace Santiago cae en el momento histórico justo. Es un don que tiene. Después de La Patota vino la marcha de Ni Una Menos. Es un pionero. Y acertó al elegir a Darín. ¿Quién no lo votaría a Ricardo?”.
El director del film además aclaró que no copió a personajes reales ni buscó hablar de la actualidad. “Si tenés en cuenta la coyuntura política internacional, siempre vas a quedar viejo, jaja. Empecé a escribir la película pensando que el contexto político argentino iba a ser otro e incluso que Hillary Clinton iba a ser la presidenta de Estados Unidos, pero en medio del rodaje eso cambió y fue Trump. La ficción puede construir su propio mundo. Eso la hace universal y perecedera. Desde que surgió la idea hasta que tuvimos la primera versión pasó como un año medio o dos. Fue un guión muy complejo”.
También acotó: “Vengo de una familia muy politizada. Siempre me informo y me interesa la actualidad. Después me fijé en todos los protocolos. Entrevisté a gente de diversas áreas, me reuní con un ex presidente, a quien no voy a revelar, y viajé a una cumbre”.
En el cierre de la nota, mientras la misma estaba tomando un tono político, Dolores Fonzi se preocupó en aclarar que “ahora que se habla tanto de la grieta, quiero decir que en el cine no hay grieta”.