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Con la serie que muestra cómo nos afecta el avance de la tecnología como su "prueba piloto", la plataforma está planeando una forma de revolucionar la manera de consumir series. Su idea es que el espectador tenga una experiencia más activa
La idea de crear series interactivas venía dando vueltas desde hace mucho tiempo en la industria del entretenimiento. Sin embargo, la exigencia que recaería en la producción y, sobre todo, los altos costos de este formato han frustrado distintos intentos o los han limitado su empleo a contenidos infantiles como “El Gato con Botas: Atrapado en un Cuento Épico” (Puss in Book: Trapped in an Epic Tale, 2017).
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Ahora, Netflix tiene la espalda suficiente para apostar por esta novedad y un producto que ofrece garantías para la experimentación: Black Mirror. Según confirmó el sitio Bloomberg, este show que muestra las consecuencias de los avances de la tecnología en la humanidad, tendrá episodios en los que el espectador decidirá el camino que tomen sus protagonistas. Sí, al mejor estilo de Elige tu propia Aventura (Choose your Own Adventure), esos libros ochentosos que tal vez leíste en tu infancia y hoy están cubiertos de polvo.
En la denominada “tercera era de oro de la televisión”, la intención del servicio de streaming es despertar un visionado más activo en sus millones de usuarios alrededor del mundo. No importan que se dupliquen los presupuestos ni las pretensiones salariales de los guionistas, la intención es sembrar un precedente de cara a una nueva forma de realizar contenido multimedia.
Y, para semejante experimento, la quinta temporada de la exitosa criatura de Charlie Brooker, parece el “conejillo de indias” perfecto.
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