Una tormenta perfecta. Eso es lo que se encontrará el técnico Gustavo Alfaro cuando asuma en Huracán.
La pelea entre Mariano González y Alejandro Romero Gamarra, en el entretiempo de la catastrófica derrota ante Libertad de Paraguay, no fue un hecho aislado, ni una “calentura del partido” solamente, sino el emergente de un estado de cosas que hoy por hoy se viven y gobiernan al Globito, con un promedio que vuelve a ser asfixiante, con jugadores devaluados y con uno (Nervo) que a pesar de que la posibilidad de ir a Racing parece dar marcha atrás que fue constantemente hostigado en la noche del martes.
Entre medio de todo esto, una buena: ayer firmó su contrato el lateral ex Ferro y Temperley Christian Chimino, nuevo refuerzo.
Por más que González, uno de los protagonistas de ese hecho, haya querido bajarle el tono a la discusión: “Le recriminé algo, que él entendió que era lo contrario. Me excedí en las palabras y se enojó. Por suerte, no pasó de ahí. Le pedí disculpas, fue todo culpa mía y creo que lo saqué del partido. No puedo volver el tiempo atrás. Esperemos que no vuelva a pasar”.
Una pintura de lo que va a recibir Lechuga, la brindó el interino Néstor Apuzzo, después de la goleada: “Gustavo Alfaro es muy inteligente, un gran entrenador, que sabe muy bien lo que debe hacer. Huracán arranca de cero se fueron jugadores importantes”. El también dio su visión de los hechos: “Son cosas del fútbol, una pequeña discusión.A los tres minutos estaba todo tranquilo. Es bueno que ellos estén enojados, quiere decir que lo quieren revertir”, aún ilusionado con que la llave con Libertad se de vuelta. Sí, en este Huracán..