Lejos en el tiempo quedaron esas disputas internas que había en el vestuario de Boca, en el interín entre la salida de Sebastián Battaglia como DT y los primeros partidos de Hugo Ibarra. Sin embargo, recientemente se conocieron nuevos detalles de la pelea entre Carlos Zambrano y Darío Benedetto.
El 14 de agosto del año pasado, un mes después de que el Xeneize haya quedado eliminado de la Copa Libertadores en manos de Corinthians y con un clima interno caliente por la falta de resultados, el reclamo por los premios de los futbolistas, la polémica partida de Carlos Izquierdoz, entre otros condimentos, Boca empató 0-0 con Racing en el Cilindro de Avellaneda.
En ese partido, el aspecto futbolístico quedó en el olvido porque la nota la dieron Zambrano -hoy en Alianza Lima- y Benedetto, quienes al salir al segundo tiempo tenían marcas en la cara. Horas después se supo que había sido debido a una pelea entre ambos en el vestuario. Y el ex futbolista peruano, Francisco Bazán, dio detalles de ese episodio en las últimas horas.
"¿Sabés cuándo Zambrano se ganó el respeto de sus compañeros? Cuando el Pipa Benedetto no fue a entrenar por dos días porque Zambrano lo fue a buscar a la casa", reveló en diálogo con el canal de Youtube 'Erick y Gonzalo'. Y aseguró que "me lo contó alguien muy cercano a Carlos (Zambrano)".
"Discutieron en la cancha, y entraron al túnel, se comenzaron a insultar. Zambrano estaba atrás, y Darío (Benedetto) lo agarra desprevenido para meterle la mano y la gente se metió para separarlo", describió el ex Selección peruana. Y cerró: "Días después del partido, fue a la casa de Benedetto y le devolvió el golpe. Como hacen los machos, le tocó la puerta y 'plin, plin, plin, plin', lo arregló todo".
SI bien Paco Bazán no dio detalles del origen de esa pelea, la cámara de televisión encargada de la transmisión de ese encuentro había captado a Benedetto caminando hacia el vestuario insultando a sus compañeros por descuidos en la marca, algo que no le gustó al defensor peruano, quien le respondió, generando el enojo del Pipa, quien fue el primero en levantar la mano según se supo luego.
Ese episodio fue un punto de quiebre en el vestuario de Boca. Hugo Ibarra logró de a poco bajar los humos de un plantel acelerado, los triunfos, que siempre facilitan todo, comenzaron a aparecer, y el Xeneize terminó saliendo campeón de la Liga Profesional, a pesar de correr desde atrás gran parte del torneo.
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