Mientras espera la apertura de las semifinales de la Copa Sudamericana, Independiente se dio un gusto y una inyección anímica al derrotar a River por 1 a 0, en Avellaneda, por la 9° fecha de la Superliga.
El equipo de Ariel Holan no le encontraba la vuelta al partido a pesar de tener un jugador de más desde los 18 minutos del primer tiempo. Entonces una contra liderada por Juan Sánchez Miño y definida por Nico Domingo, inusual goleador, le acabó resolviendo el clásico ante River, que perdió su tercer partido seguido en la Superliga y quedó muy lejos de la punta.
La insólita expulsión de Lux en la semana de la polémica por el arco de River cambió el partido. Y más allá que el "Millo" lo aguantó y lo fue a buscar, se fue de Avellaneda con las manos vacías.
El primer cuarto de hora fue una batalla por el dominio de la pelota. Dos equipos que se hacen fuerte desde ese aspecto del juego no se la iban a regalar al rival. En esa lucha el que mejor se sintió fue River, y por eso hubo algunas acciones de peligro en el área del Rojo que marcaron una tendencia.
La ventaja la sacaba River por la izquierda, donde Jonás Gutiérrez sufrió al Pity Martínez durante un buen tramo. Hasta que Lux salió mal en un pelotazo largo, la agarró con la mano fuera del àrea y lo expulsaron. La semana del arquero tuvo un sábado en la misma tónica. El partido tuvo un vuelco y tuvo que entrar Bologna que hacía un año que no jugaba, en medio de las polémicas por Batalla, le tocaba el segundo partido oficial con River.
Independiente se puso en tono dominador y River se ordenó para jugar de contra. Los dos tuvieron su chance: el local con una buena acción de Tagliafico que Togni disparó y tapó Bologna, y River con una jugada de Pity que Tagliafico casi que sacó desde la línea de gol.
El hombre de más no se notó con el final del primer tiempo y parecía hasta tener más la bola el equipo de Gallardo. Parejo y sin que el Rojo haga pesar la superioridad, el cotejo se fue al descanso.
El segundo tiempo tuvo un inicio con la misma tonalidad del final de la etapa anterior. El equipo de Holan no lograba encontrar el lugar del campo donde estaba el jugador de más y River le jugaba de igual a igual ocupando bien los espacios y mostrando que con Pity y Scocco no olvidaba el ataque. Pero los dos arqueros estaban casi de espectadores y por eso el partido se hacía tedioso y sin emociones. Una bomba del Pity que explotó en el travesaño a los 25 minutos de juego sacó al partido de lo opaco y demostró que la banda del Muñeco, con uno menos, era un poco más que un Independiente sin ideas.
Esa jugada despertó a los locales, que con Ezequiel Barco en la cancha salió a buscar más adelante. Precisamente el recién ingresado metió un gran disparo primero que tapó Bologna y luego en un mano a mano eludió al arquero y definió mal sin nadie entre él y el arco.
Los minutos finales pintaban con mejores momentos y River con algunas pelotas paradas lo fue a buscar y en una de esas acciones de contra el Rojo lo pasó a ganar. Pase de Campaña a Sánchez Miño y el volante corrió toda la cancha para llegar al área con tiempo y claridad. Cuando levanto la cabeza solo tuvo que elegir el receptor y fue Nico Domingo quien tuvo que poner el gol. El doble cinco le daba la victoria a Independiente en un momento donde las cosas no le salían. Lo que siguió fue el final de un partido que acabó con los festejos quedándose en Avellaneda.
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