Sirve para el desahogo después de una semana difícil. Y no mucho más. Pese a jugar mal, Independiente venció como visitante a Atlético Tucumán por 1 a 0, en el marco de la 7° fecha de la Superliga.
Sebastián Palacios, tras una memorable jugada de Nicolás Figal, convirtió el gol que hizo la diferencia a los 18 minutos del segundo tiempo.
Néstor Pitana, de pésimo arbitraje, no cobró un evidente penal en favor de Independiente por una clara infracción de Yonathan Cabral a Domingo Blanco.
Ojos en la nuca: el claro penal para Independiente que Pitana no vio
Independiente volvió a mostrarse deficitario en el juego. No tuvo circulación ni peso ofensivo y después del gol se limitó a defender ante un rival sin peso individual ni colectivo.
Mucho tuvo que ver en este Rojo deslucido la extraña decisión del entrenador Sebastián Beccacece al sacar a Silvio Romero -delantero- para incluir a Alexander Barboza -defensor- cuando quedaban más de 25 minutos y Atlético no sabía como lastimar.
En adelante, el local comenzó a atacar y, con muy poco, logró poner en aprietos a un Independiente que se limitó a rechazar.
Un triunfo que sirve como bálsamo ante las horas difíciles que viene de atravesar el plantel a raíz de la pelea entre Beccacece y Pablo Pérez, pero que no deja ningún saldo a favor en cuanto al rendimiento.