San Lorenzo deberá armarse en 2024 para jugar la Copa Libertadores pero varios jugadores podrían dejar el club, aunque la prioridad es que siga Rubén Insúa.
San Lorenzo cerró el 2023 sin títulos pero con una agónica clasificación a la Copa Libertadores. Y por eso, deberá reforzar el plantel para poder ser competitivo tanto en el plano local como en el internacional, aunque primero debe resolver la situación de varios futbolistas que podrían irse.
En primer lugar, el club celebrará elecciones el 17 de diciembre para renovar a la Comisión Directiva, luego de años de disconformidad de los socios, y varios meses en los que la dirigencia fue encabezada por alguien no elegido por los votantes. En ese sentido, el Ciclón con nuevos dirigentes seguirá su proceso de reordenamiento institucional y económico.
En segundo lugar, el aspecto a resolver es la continuidad de Rubén Darío Insúa. Todos los candidatos a presidente estarían de acuerdo con renovarle el contrato, la gente lo ama, y el propio Gallego tendría ganas de continuar, pero para sentarse a negociar quiere esperar los comicios, para que la negociación se dé con la dirigencia electa por los socios.
Una vez cerradas esas dos cuestiones, comenzará el armado del plantel. Si durante este año a San Lorenzo le quedó corto el equipo en cantidad y calidad para el nivel de competitividad que demanda su camiseta, está claro que deberá reforzarse para el año que viene. Pero primero, resolver contratos de algunos jugadores.
El primer caso, y el más importante, es el de Augusto Batalla, arquero y figura del Ciclón a lo largo del 2023. Su préstamo finaliza y debería volver a River, aunque su intención es quedarse. La dirigencia también quiere retenerlo, pero para eso tendría que comprarlo, ya que el Millonario no aceptaría cederlo nuevamente tras dos préstamos al hilo.
La situación no es sencilla, ya que al no haber opción de compra en el acuerdo, San Lorenzo debería negociar con River. Por otro lado, el arquero podría recibir ofertas del exterior. De hecho, en las últimas horas publicó un mensaje en sus redes oficiales con olor a despedida. "Eternamente gracias" y "¿Y si este fue el último concierto? Bueno, festejemos" -en referencia a una recordada respuesta del Indio Solari a Mario Pergolini-, fueron las dos frases de su mensaje que hicieron ruido.
El segundo caso es el de Carlos Sánchez: el colombiano de 37 años llegó a principio de año y su contrato vence el 31 de diciembre, aunque por una cláusula en el acuerdo, podría renovar por otro año si así lo desea, ya que alcanzó la cantidad de partidos pautada. En este caso, depende de su propia voluntad de seguir o dar un paso al costado.
El tercer caso es el de Gonzalo Maroni: el volante, de poca actividad en el primer semestre, fue uno de los puntos altos de la segunda mitad del año, pero debe regresar a Boca, club dueño de su pase. San Lorenzo buscaría negociar un nuevo préstamo, pero en caso de que el Xeneize rechace esa opción, el Ciclón se vería obligado a comprarlo, algo que no estaría en los planes por la situación financiera del club.
El cuarto caso es el de Manuel Insaurralde: el volante, surgido en las Inferiores del club, regresó de Gimnasia de La Plata, pero sumó muy pocos minutos y queda libre el 31 de diciembre. Sin embargo, el entrenador quiere que renueve y siga, por lo que el club le ofrecería una extensión del vínculo, pero depende de las ganas del jugador.
El quinto y último caso es el de Nicolás Blandi: el delantero de 33 años e ídolo del Ciclón termina su contrato y todavía no resolvió qué será de su futuro. San Lorenzo tampoco le ofreció una renovación todavía. Lo más probable es que no siga, pero si continúa Insúa, y el DT lo quiere en su plantel, es posible que se dé una firma por otro año más.
Por otro lado, hay futbolistas que tienen contrato vigente pero que podrían recibir ofertas. Tales son los casos de Gastón Hernández, Agustín Giay y Adam Bareiro. Si bien San Lorenzo no puede darse el lujo de seguir perdiendo titulares y no incorporar reemplazantes a la altura, la realidad es que tampoco puede permitirse rechazar ofertas superadores del extranjero.
Por último, ya hay dos que en el club saben que no continuarán: Jalil Elías firmó un precontrato con el Johor de Malasia y, luego de rechazar una oferta del fútbol mexicano a mitad de año, se irá libre; Gastón Campi quedará libre y ya avisó que no renovará.