El espectáculo fue bárbaro. Dos equipos dispuestos a cambiar golpe por golpe para generar un partido disputado con el cuchillo entre los dientes y con muchas emociones frente a los arcos.
Terminó en empate, un 2 a 2 que no dejó satisfecho a ninguno de los protagonistas, porque Independiente quería ratificar en Avellaneda sus buenas producciones afuera, y Estudiantes porque necesitaba sumar de a tres para no perder pisada en el pelotón de arriba, donde aún no arría sus banderas en favor de pelear por el título.
En virtud de estas urgencias mutuas, los dos plantearon un idea basada en la presión, horma que se acomodó mejor al zapato del Pincha en el arranque del juego, con mucha gente cerca del área de Campaña, apretando en la salida generándole un par de sobresaltos para el arquero uruguayo.
Pero Independiente, que respondía con fiereza en la mitad de la cancha y encontraba por el lado de Rigoni los caminos hacia Andújar, tuvo en un ataque a fondo la chance de ponerse en ventaja: sobre los 25, Rigoni trepó por la derecha, mandó un centro que peinó Gigliotti y le cayó a Benítez que, de espaldas al arco, resolvió con una chilena espectacular que hizo explotar el estadio.
Encima, un rato después, Gigliotti conectó de cabeza un centro de Tagliafico, la pelota entró en el ángulo pero Baliño marcó una falta inexistente y le dio otra vida al Pincha que no la desaprovechó: en una réplica rápida, cuando se terminaba el primer tiempo, Dubarbier ganó sobre la izquierda, mandó un centro que Viatri cabeceó al palo y el rebote le cayó a Facundo Sánchez para que anotara la igualdad.
Independiente sintió el impacto incluso en el arranque del complemento en el que un tiro libre de Dubarbier desde la izquierda, Aguirregaray la bajó como con un guante, quedó solo ante Campaña y definió cruzado. Enseguida, Gigliotti tuvo una clarísima y la tiró por arriba y, muy poco después, un centro de Benítez pega en el brazo abierto de Ascacíbar y fue el penal que Barco, con un remate fuerte al ángulo, transformó en el 2 a 2.
Los dos, de allí al final, buscaron ganar, pero fue Independiente el que tuvo las más claras, con un tiro de emboquillada de Nery Domínguez que pegó en el travesaño y, sobre el final, con un mano a mano de Gigliotti que tapó Andújar dando un rebote que Erviti, solo, no pudo aprovechar.
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