Cae la tarde en Ezeiza y los jugadores de River Plate corren tratando de esquivar los pensamientos recurrentes de los últimos minutos del partido que perdieron ante Flamengo. No les será fácil, no esta semana, ni la que viene y no cuando se vayan de vacaciones, pero lo que quiere Gallardo es que eso que sienten todos no les impida seguir compitiendo. “La derrota duele pero la actitud será sanadora y nada mejor que volver a jugar y a competir” se escuchó decir en un martes que no fue igual a otros regresos a los entrenamientos.
La miradas iniciales de los trabajos estuvieron puestas sobre dos jugadores que son indispensables para el Muñeco y que no pudieron terminar el partido ante Flamengo. Contracturas en los isquiotibiales los sacaron de la cancha y esta tarde si bien no les hicieron estudios e hicieron tareas regenerativas están bajo evaluación porque el DT los quiere en Rosario el sábado. De todos modos si mañana persiste alguna molestia le harán estudios médicos, pero por ahora el panorama es de cautela y espera.
Más allá de todo este tema puntual y que apunta a que Gallardo tiene ganas de poner los mismos 11 que jugaron en Lima para respaldar el gran partido que hicieron, todo va a depender de la cuestión anímica y de cómo vaya mejorando la cuestión mental en estos días. “Las exigencias y la competencia tiene un valor que ayuda a alimentar las ganas de nuevo”, aseguraron desde el club advirtiendo que estos tres partidos que restan tienen mucho peso futuro.
Para River, no ganar la Copa también fue un golpe económico
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Las cuentas y la tabla así lo admiten. River que suma 24 puntos y se encuentra a 4 de los punteros Boca y Argentinos, tienen un partido postergado ante Independiente que fue reprogramado para el 19 de enero y sí logra no alejarse de la punta en estas dos fechas que restan puede ser sin problemas protagonista en la recta final de la Superliga. Esa historia pendiente del Muñeco y estos jugadores es mucho más que un anhelo.
Luego de jugar con el equipo del Parque Independencia, River recibirá el domingo 8 de diciembre a San Lorenzo de local en la última fecha del año de la Superliga. Pero después tiene que jugar la final de la Copa Argentina el viernes 13 de diciembre en Mendoza ante Central Córdoba de Santiago de Estero y este juego también tiene un valor superior al de la corona.
Porque lo clasifica directo a la zona de grupos de la Copa Libertadores y le evita dos partidos de repechaje que podrían quitarle chances de pelear el título de la Superliga pues le apretará el calendario y obligará a un desgaste mayor. Además en el plano deportivo, el título mantendrá la racha de una vuelta olímpica por semestre y le dará la oportunidad de seguir sumando finales pues accedería a la 16ta que sería el derecha de jugar la Supercopa Argentina ante el ganador de la Superliga tal como sucedió en 2018 al ganarle a Boca.
Así las cosas para este River que busca curarse las heridas como mejor sabe compitiendo y peleando por ser el mejor ahora en el terreno local.