La terminal aérea más transitada del país interrumpió de manera imprevista sus operaciones entre la tarde y la noche del sábado debido a daños en un sector lindante a la pista. Más de 50 vuelos sufrieron demoras y al menos 12 fueron desviados, en una jornada marcada por temperaturas superiores a los 35 grados.
En medio de una intensa ola de calor que afectó a la Ciudad de Buenos Aires y a gran parte del área metropolitana, el Aeroparque Jorge Newbery suspendió de manera imprevista sus operaciones durante casi tres horas este sábado, luego de detectarse un desprendimiento de asfalto en un sector cercano a la pista.
El inconveniente comenzó alrededor de las 15, cuando las temperaturas superaban ampliamente los 35 grados. Según confirmaron fuentes de Aeropuertos Argentina, la interrupción se debió a la necesidad de realizar “trabajos de mantenimiento menores” tras detectarse grietas y desprendimientos en una zona aledaña a la cabecera sur de la pista, fuera del área de aterrizaje y despegue propiamente dicha.
La estación aérea permaneció cerrada a las operaciones entre las 14 y las 17 aproximadamente. En ese lapso, más de 50 vuelos resultaron demorados y al menos 12 fueron desviados, generando complicaciones para cientos de pasajeros que aguardaban embarcar o aterrizar en uno de los puntos neurálgicos del sistema aerocomercial argentino.
Entre las compañías afectadas se encontraban Aerolíneas Argentinas, JetSMART Airlines, Flybondi, LATAM Perú y LATAM Brasil. De acuerdo con la información oficial que figuraba en las pantallas del aeropuerto hacia las 16, había ocho vuelos desviados y una decena con demoras en arribos, mientras que al menos otros diez servicios registraban retrasos en las partidas.
Entre los vuelos desviados figuraban varios servicios de Aerolíneas Argentinas procedentes de Salta, Ushuaia, Trelew y Santa Fe, además de otros arribos nacionales e internacionales que quedaron con estado “a confirmar”. También se registraron demoras significativas en vuelos provenientes de Córdoba, El Calafate, Resistencia, Comodoro Rivadavia y San Martín de los Andes, con nuevas estimaciones de llegada que se extendieron hasta entrada la noche.
En el segmento internacional, un vuelo de LATAM Brasil procedente de San Pablo-Guarulhos sufrió una reprogramación en su horario de arribo, mientras que otros servicios desde Lima, Florianópolis y Río de Janeiro aparecían sin información precisa durante varias horas.
Las partidas tampoco estuvieron exentas de inconvenientes. Varios vuelos con destino a Neuquén, Jujuy, Punta del Este y Mendoza debieron reprogramar sus horarios de salida y modificar puertas de embarque, principalmente en el sector A de la terminal. En algunos casos, los embarques fueron cerrados de manera preventiva hasta que se normalizó la situación operativa.
Desde Aeropuertos Argentina explicaron que las tareas de mantenimiento se complicaron debido a la combinación del intenso calor y las lluvias registradas días atrás, que afectaron la estabilidad del asfalto en una zona lindante a la cabecera 31. Si bien el sector dañado no correspondía a la pista principal, se decidió interrumpir las operaciones por razones de seguridad.
“Existía la posibilidad de un desprendimiento mayor en un área donde los aviones aplican la máxima potencia de los motores, lo que podía generar la ingesta de material y provocar daños en las aeronaves”, indicaron fuentes aeroportuarias. Por protocolo, se procedió a la remoción del material afectado, una tarea que demandó más tiempo del previsto inicialmente.
Las operaciones comenzaron a normalizarse a partir de las 17, aunque las autoridades advirtieron que las demoras continuarían durante el resto del día debido al denominado “efecto dominó”, producto de los vuelos desviados a Ezeiza y de aquellos que no pudieron despegar en el horario programado.
El episodio se produjo en el inicio de la temporada de verano, en un contexto de récord histórico de tránsito aéreo. Según datos oficiales, Aeroparque superó en 2025 los 16,3 millones de pasajeros transportados hasta noviembre, un 20% más que en el mismo período del año anterior.
Desde la concesionaria adelantaron que se analiza, junto a la autoridad aeronáutica, el momento más adecuado para realizar los trabajos definitivos de consolidación del sector afectado, lo que implicará una nueva interrupción de las operaciones. La intención es llevarlos a cabo en horario nocturno o de madrugada para minimizar el impacto, aunque reconocieron que algunos vuelos deberán ser reprogramados.
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