El Miniserio de Capital Humano informó que apenas el 14,2% de los 379.050 estudiantes evaluados logró un desempeño satisfactorio, el 31,2% alcanzó un nivel básico y más de la mitad, el 54,6%, se ubicó por debajo de ese mínimo parámetro.
El Ministerio de Capital Humano dio a conocer este miércoles los resultados del operativo Aprender Secundaria 2024, estudio realizado el 24 de octubre del año pasado en todo el país. La evaluación alcanzó a 379.050 estudiantes de quinto y sexto año pertenecientes a 11.846 escuelas, lo que representa una cobertura del 96,6% de los establecimientos de Argentina.
Los resultados informados reflejaron una situación crítica en matemática: apenas el 14,2% logró un desempeño satisfactorio, el 31,2% alcanzó un nivel básico y más de la mitad, el 54,6%, se ubicó por debajo de ese mínimo parámetro. La cifra representa una caída brutal si se lo compara con el período 2023, donde el 51,5% se ubicaba entre el nivel satisfactorio y el avanzado.
Por otro lado, se constató que en lengua el 58% de los alumnos alcanzó o superó el nivel satisfactorio, el 26,2% se ubicó en un nivel básico y el 15,8% quedó por debajo del mínimo. El primer número implicó un baja de ocho puntos porcentuales con respecto al ciclo previo, donde el 66,4% se ubicaba por encima.
El operativo también relevó datos contextuales que permiten comprender los factores asociados a los desempeños. Uno de los hallazgos más destacados es la fuerte influencia del nivel socioeconómico en los resultados: las brechas entre estudiantes de diferentes estratos se mantienen y tienden a profundizarse en áreas como matemática.
El informe señaló también que las trayectorias escolares, el vínculo con la escuela y las condiciones de la oferta educativa pueden atenuar, aunque no eliminar, los efectos del contexto. Si bien desde la Secretaría de Educación señalaron que los resultados muestran una problemática persistente y extendida en el área de matemática, al dividir a los estudiantes en cinco grupos se observa que los que pertenecen al primer quintil, el más vulnerable, concentran los desempeños más bajos.
Desde el organismo además destacaron que dentro de este grupo también hay estudiantes que logran niveles satisfactorios o avanzados. Lo mismo ocurre en el quintil más alto: a pesar de mejores resultados en promedio, hay alumnos con desempeños bajos.
Al cruzar los resultados por nivel socioeconómico y tipo de gestión, se detecta una tendencia: dentro del mismo nivel socioeconómico, los estudiantes del sector privado tienden a obtener mejores resultados que los del estatal. También se advierte una diferencia entre el ámbito urbano y el rural. En ambas asignaturas, lengua y matemática, el ámbito urbano muestra mejores desempeños.
Según el informe oficial, los puntajes de matemática promedio por provincia se encuentran por debajo de los alcanzados en 2016, cuando el promedio nacional era de 500 puntos. Actualmente, la media cayó a 465. A esto se suma un alto nivel de dispersión: provincias con promedios más altos no logran homogeneidad interna, ya que los resultados de los estudiantes están muy dispersos.
La dificultad en matemática, que también se observa en otros países, está asociado además a la formación docente. Según expresaron, muchos maestros y directivos tienen dificultades incluso con operaciones básicas como porcentajes o tasas, lo que refleja un problema estructural que requiere un cambio profundo en los planes de formación docente, tanto inicial como continua.
En cuanto a la participación, se destacó que disminuyó el porcentaje de estudiantes que, estando presentes en el aula, no realizaron la prueba. En 2016, ese grupo representaba casi el 9% del total; en 2024 fue del 2,9%. También bajó el porcentaje de respuestas consideradas “aberrantes” –respuestas aleatorias o inconsistentes– del 3% al 2,5%. Según las autoridades, estos datos sugieren una mejora en el compromiso estudiantil con el dispositivo de evaluación.
A nivel jurisdiccional, casi todas las provincias superaron el 90% de participación de las escuelas y el 70% de participación de estudiantes. Las provincias con mayor participación fueron Córdoba y La Rioja, con más del 85%. Neuquén fue la excepción: apenas el 62% de sus escuelas y el 42,5% de los alumnos participaron, lo que llevó a marcar sus datos con un asterisco en el informe oficial.
Desde 2016, el número de estudiantes que llega al último año de la secundaria aumentó en más de 100.000. La matrícula en quinto y sexto año pasó de 361.251 a 469.050. Esto se relaciona con una mejora en la retención escolar: los estudiantes que ingresan al nivel medio son más propensos a concluirlo. A la vez, el 93,8% de los estudiantes que rindieron la prueba lo hizo con la edad esperada y el 84% no repitió ningún año.