El gobierno de Uruguay tomó la decisión de expulsar del país a Adriano Sessa, hijo de la actriz y vedette argentina Mónica Gonzaga, luego de que el joven haya organizado una fiesta clandestina a la que asistieron cerca de 500 personas en Punta del Este.
La medida del Gobierno de Uruguay fue tomada este lunes y la fiesta clandestina había tenido lugar hace unos días, a pesar de las medidas contra el coronavirus que rigen en el país vecino.
De acuerdo a lo informado por la cadena Telemundo, el Ministerio del Interior uruguayo dispuso la cancelación de la residencia temporaria que le había otorgado Migraciones. De esta manera, será expulsado del país por haber violado las leyes que prohíben realizar aglomeraciones para evitar la propagación del coronavirus.
Mientras que fuentes del ministerio indicaron al El País de Uruguay que el ministro Jorge Larrañaga, quien viene supervisando el asunto, consideraba esa sanción como una medida ejemplar.
También describieron que el comportamiento del joven argentino “desnaturaliza el beneficio de residencia otorgado por las autoridades nacionales y lo haría pasible de expulsión” por incumplir la ley 19.932.
Adriano Sessa es hijo Mónica Gonzaga, quien se encuentra radicada en Sauce de Portezuelo, departamento de Maldonado.
“Tengo un grupo de amigos con el que organizamos, porque era el cumpleaños de uno, realizar una reunión acá en mi casa. Hablando en persona con ellos les dije: ‘sí, hagámosla, inviten algunos grupos de amigas y vénganse y lo festejamos acá, hagamos una reunión que sea acorde, tampoco cualquier cosa’”, dijo este lunes Adriano Sessa, según lo consignado por El País.
“Esto fue una reunión, desmiento categóricamente que se cobró cualquier tipo de entrada. Acá no se cobró entrada a nadie, acá no se vendía alcohol a nadie. Esto no era una fiesta organizada clandestina sino que fue una reunión en la que se pasó la ubicación del lugar y bueno, terminó cayendo gente por cualquier lado”, agregó.
Por su parte, Uruguay el pasado 1º de marzo inició el plan de vacunación con las dosis de Pfizer y Coronavac, que ya han sido administradas a 336.558 personas, un 9,60 % de la población.