Romina Atencio es coach y mentora de mujeres y parejas. Para cualquier consulta, comunicarse al correo electrónico [email protected]. Instagram: @diosalmica. YouTube: @rominaatenciocoaching.
La semana pasada reflexionábamos sobre la importancia de vivir en el presente para nuestra salud física y mental. Hoy vamos a dar un paso más: mirar el presente como el verdadero espacio de poder creador. Desde la metafísica, lo que pensamos y sentimos en este instante es lo que moldea nuestra realidad. Y sólo en el ahora podemos crear, transmutar y manifestar. Existen muchos autores que podés leer acerca de este tema y, especialmente, sobre la famosa ley de atracción.
Hoy quiero introducirte a dos grandes maestros que me ayudaron a transformar mi vida de forma muy profunda. Entendiendo que el amor todo lo puede. Que somos Amor. Que somos atracción. Que vibramos en frecuencias que atraen más de esa frecuencia. Maestros que me enseñaron cosas que nadie más pudo, y que sus enseñanzas sólo pueden ser probadas con la propia constatación en vos mismo. No creas nada de lo que leés en este artículo. Ponelo en práctica y después me contás. Todo, absolutamente todo en tu vida, puede ser modificado desde el amor. Traumas, relaciones tóxicas, trabajos que no te gustan, carencia, todo absolutamente todo, lo puedes transformar desde el amor.
Conny Méndez, pionera de la metafísica en América Latina, enseñaba que “los pensamientos son cosas” y que todo lo que experimentamos nace primero en la mente. Cuando nos perdemos en recuerdos del pasado o en preocupaciones por el futuro, nuestra energía se dispersa. Pero cuando nos enfocamos en el ahora, esa energía se concentra y se convierte en un canal creador.
Desde esta mirada, vivir en el presente no es sólo un ejercicio de calma, sino un acto de poder. En este instante podemos elegir qué sembrar con nuestras palabras, qué afirmar con nuestra mente y qué vibración expandir con nuestro corazón.
El Maestro Ascendido Saint Germain, guardián de la Llama Violeta, nos recuerda que el presente es el único lugar donde podemos transmutar. El pasado ya fue, el futuro aún no existe. Sólo aquí y ahora podemos liberar las cargas que nos atan, transformar el dolor en aprendizaje y la limitación en oportunidad.
La Llama Violeta es una herramienta metafísica poderosa que actúa como fuego espiritual purificador. Visualizarla y sentirla en el presente nos ayuda a disolver memorias de sufrimiento, resentimientos y pensamientos negativos. Es como si el instante presente se volviera un crisol donde todo puede ser renovado.
Conny Méndez insistía en el poder del decreto. No basta con pensar en positivo, hay que afirmarlo en tiempo presente, porque la energía creadora responde al aquí y ahora. Por eso, frases como:
-Yo Soy salud perfecta ahora”.
-Yo Soy abundancia ilimitada en este instante”.
-Yo Soy paz aquí y ahora”.
No son simples palabras bonitas, sino llaves que abren realidades. La fórmula “Yo Soy” conecta con la esencia divina en cada uno de nosotros, recordándonos que somos parte de lo infinito y que tenemos acceso a su poder creador.
Romina Atencio
Cada pensamiento, cada emoción, emite una frecuencia. Cuando vivimos atrapados en la nostalgia del pasado o en el miedo al futuro, esa vibración nos mantiene en escasez, culpa o ansiedad. Pero si elegimos conscientemente estar presentes, podemos elevar la vibración hacia la gratitud, el amor y la confianza.
En palabras de Conny Méndez: “No aceptes nada negativo, ni siquiera en broma”. Porque todo lo que afirmamos con convicción tiene poder de manifestarse. El presente es nuestro laboratorio: en cada instante podemos elegir qué vibración sembrar.
Podemos traer estas enseñanzas a lo cotidiano con prácticas simples:
-Invocar la Llama Violeta: cerrar los ojos, imaginarse envueltos en un fuego violeta brillante y repetir: “Yo Soy un pilar de Llama Violeta que transmuta y disuelve todo error, aquí y ahora”.
-Usar decretos conscientes: empezar el día afirmando: “Hoy vivo en armonía perfecta”.
-Respirar con la palabra sagrada: inhalar repitiendo internamente “Yo” y exhalar “Soy”. Esto centra y conecta con la presencia divina en el momento presente.
-Reorientar pensamientos: cada vez que aparezca una preocupación, recordar: “Eso aún no existe, lo único real es este instante”.
Cuando unimos la visión científica de la atención plena con la sabiduría metafísica de maestros como Conny Méndez y Saint Germain, entendemos algo profundo: el presente no sólo sana, también crea. Es en este ahora donde podemos liberar lo viejo, sembrar lo nuevo y manifestar lo que deseamos vivir.
La vida no está en otro tiempo ni en otro lugar. Está ocurriendo ahora mismo, mientras leés estas palabras, mientras respiras, mientras sentís. Reconocerlo es abrir la puerta a la plenitud.
Como decía Saint Germain: “En el eterno presente se encuentra tu libertad”. Y es precisamente aquí donde cada uno de nosotros puede elegir transmutar, crear y renacer.
Si querés aprender más sobre estos temas, te recomiendo metafísica cuatro en uno de Connie Méndez y el libro de oro de las enseñanzas de Saint Germain.
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Te invito a que esta semana trates de ir poniendo poco a poco en práctica todas estas enseñanzas. El próximo sábado vamos a tratar de ver cómo llevarlo a nuestra vida cotidiana y cómo transformar nuestra vida con todas estas herramientas de manifestación.