En Turquía, los servicios secretos de Irak detuvieron a un dirigente del Estado Islámico, Sami Jasim al Jaburi, buscado por Estados Unidos y considerado un importante responsable financiero de la organización.
Sami Jasim al Jaburi fue capturado en una operación de los servicios secretos “en el exterior de las fronteras” iraquíes, tuiteó el primer ministro de Irak, Mustafá al Kazimi.
El presidente de Irak lo describió como “una de las más difíciles” operaciones transfronterizas de inteligencia jamás realizadas por las fuerzas de su país.
Previa a esta captura, los Estados Unidos ofrecían una recompensa de cinco millones de dólares por cualquier información sobre ese responsable, que cumplió “un papel fundamental en la gestión de las finanzas” del ISIS, según el Departamento de Estado del gobierno de Biden.
La captura de uno de los altos mandos del Estado Islámico se da en un contexto de de elecciones legislativas anticipadas del domingo, “cuando los héroes de las fuerzas de seguridad protegían las elecciones”, agregó sin precisar el lugar de la captura.
Sin embargo, un alto responsable militar iraquí que había sido capturado en Turquía, sin dar más detalles del lugar y de las circunstancias de la operación. Mientras que por el momento Turquía no reaccionó ante esa información.
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Según las autoridades de los Estados Unidos, Jaburi habría tenido un cargo “equivalente” al de “ministro de Finanzas” dentro de ISIS, “supervisando las operaciones del grupo generadoras de ingresos, procedentes de las ventas ilegales de petróleo, gas, antigüedades y minerales”.
En septiembre de 2015, el Departamento del Tesoro estadounidense incluyó a Jaburi en su lista de “terroristas” que podían recibir sanciones internacionales.
Jasim estuvo a la par del líder de Al Qaeda en Irak Abu Musab al-Zarqawi, al que más tarde mataron fuerzas estadounidenses en Irak en 2016.
Además, ocupó varios puestos de seguridad en Irak y se trasladó a Siria en 2015 después de que ISIS, una escisión de Al Qaeda, declarase un califato en 2014 y se apoderase de un tercio del territorio iraquí en una ofensiva relámpago.
Luego se convirtió en el número dos de Abu Bakr al-Baghdadi, líder del grupo extremista.