El vacío de Bonadio dejó dos juzgados vacantes

En la Justicia Nacional en lo Criminal y Correccional Federal hay en total 12 Juzgados, pero actualmente sólo son 10 jueces.

Bonadio era titular del Juzgado Federal número 11 desde 1994 y ante su fallecimiento, sucedido el pasado martes a los 64 años, su par Sebastián Casanello será quien se haga cargo de las causas que allí cursaban o las que vayan llegando.

La Cámara Federal le otorgó a Casanello la subrogancia hasta marzo y luego de ello será el Tribunal quien resuelva si sigue al frente de los dos juzgados o si lo hace otro magistrado hasta que se designe a otro titular.

Para designar a un juez titular se debe abrir un concurso en el Consejo de la Magistratura, pero ese proceso requiere de varios meses para analizar a los candidatos.

Sin embargo, el Juzgado de Bonadio no es el único vacante, ya que desde mediados de 2019 el número 12 se encuentra si un titular designado tras la partida de Sergio Torres para formar parte de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.

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Por el momento, el juez federal Rodolfo Canicoba Corral está subrogando a Torres, hasta que también se designe a su titular mediante concurso.

En los próximos meses podría generarse otra vacante en Comodoro Py, si es que el titular del Juzgado Federal número 3, Daniel Rafecas, obtiene el visto bueno del Senado para convertirse en procurador general de la Nación, tal como lo propuso el presidente Alberto Fernández.

Referente de la Justicia Federal, en los últimos años Bonadío había mantenido un duro enfrentamiento con Cristina Kirchner, a quien había procesado con prisión preventiva en varias causas por presuntos hechos de corrupción.

Bonadio, que había cumplido 64 años el pasado sábado, había anunciado a finales de enero que no iba a regresar a su Juzgado en febrero tras la feria judicial por una "compensación de licencia", es decir vacaciones no tomadas en años anteriores.

Asociado con los tribunales de Comodoro Py, el magistrado había iniciado su carrera en la política de la mano de Carlos Corach: en 1992 el entonces secretario de Legal y Téncica lo había designado como su asesor en Asuntos Legales.

Su historia siempre quedó ligada a ése mismo funcionario menemista: en reiteradas ocasiones, sus opositores recordaron que su nombre había aparecido en la "servilleta de Corach", en la que figuraban los jueces que "jugaban a favor del Gobierno" del riojano.