La autora es coach y mentora de mujeres y parejas- Para cualquier consulta, comunicarse al correo electrónico [email protected]. Instagram: @diosalmica. YouTube: @rominaatenciocoaching.
¿Qué son los mandatos? ¿Cómo detectarlos y cómo desterrarlos? Un mandato es algo que tenemos automatizado a nivel inconsciente y tomado como verdad absoluta inmodificable en nuestro accionar. Pueden ser sociales, familiares, culturales, de género, etc. Es decir, se definen según su origen. Si se originan en la familia, serán familiares, si se originan desde la sociedad, serán sociales y así...
Los mandatos más difíciles de detectar son los que no fueron verbalizados o bajados como una orden. Por ejemplo: si en mi casa mi papá decía: “las nenas buenas no gritan”, el mandato es claro y obvio. Pero si en mi casa nadie decía nada y a la hora de la cena, cocinaba mi mamá, lavaba mi mamá, etc, entonces el mandato era invisible. Los mandatos invisibles son los que cuestan más, porque TODA la sociedad está impregnada de ellos. No sólo la sociedad, la cultura en sí misma. Las películas que consumimos, las series, los libros e historietas que leímos... todo está teñido por mandatos.
Para desterrar un mandato primero debo ser capaz de observarlo. Luego aislarlo, distinguir que no lo quiero y recién ahí puedo comenzar a despojarme de él. Lo voy a distinguir primero en mi misma. Luego es posible que vaya a buscar el origen. ¿Puedo recordar en dónde lo vi, o lo escuché? ¿Cómo eran las costumbres familiares, sociales, culturales de mi infancia? Y luego podré determinar si lo elijo para mi vida hoy o no. Si mi vida es perfecta tal y como es, y no existe nada que quiera cambiar, entonces mis mandatos me están siendo funcionales. Lo que ocurre con los mandatos es que muchas veces no me son funcionales, y son la causa incluso de mi infelicidad.
Muchas mujeres no se cuestionan si quieren o no ser madres, sienten que TIENEN que serlo por el simple hecho de ser mujeres, y este mandato les quita la posibilidad de explorar una vida sin hijos. También hay muchísimas mujeres que no se cuestionan que pueden ganar muchísimo dinero, o que pueden estudiar o tener un emprendimiento, porque durante muchos años el dinero fue cosa de hombres, y esto les bajó como una verdad absoluta incuestionable. Y así podemos enumerar muchísimos casos de mandatos que rigen nuestra vida.
Romina Atencio
El mandato del cuerpo ideal... por ejemplo, que sólo nos quita felicidad. Nos convierte en sumisas a un estereotipo, del que somos prisioneras sin darnos cuenta. No hace falta que tu mamá te haya hablado del cuerpo. Sólo basta con que hayas visto películas, hayas visto TV o consumido revistas y publicidades, para sentir que si tu cuerpo no es como el estereotipos de belleza lo indica, te sientas menos de lo que sos. Eso es un mandato socio-cultural calando en tu inconsciente.
Para desterrarlo lo más importante es que comiences el camino de dejar de consumir imágenes que lo apoyan, y empieces a mirar para adentro. Que comiences a darte el valor que realmente tenés por lo que sos, lo que trajiste a este mundo. Tus dones únicos que te hacen inigualable.
Te invito a revisar en tu presente qué mandato están rigiendo tu día a día, y si detectás alguno del que te quieras despojar para comenzar a vivir mucho más libremente. ¡Hasta el domingo!