Los artistas callejeros tienen una historia atractiva siempre, más los cantantes, porque de un día para otro su trabajo puede ser conocido por muchos que, alguna vez pasaron rápidamente y no se percataron de la calidad de los intérpretes. Lanús tiene una de esas historias, ahora con otra mirada de la música y de la vida.
Es la de la famlia de Diana Gómez, soprano y de su esposo Iván Begur, violinista, a los cueles en la dársena de colectivos vio un vecino, los filmó y de allí saltaron al conocimiento público, lo mismo que la acompañante, la hija de esos artistas Isabella, que apenas 4 años. Cómo habrá sido esa instancia, que ahora en la municipalidad de Lanús los citaron para eventos y hasta van a grabar un disco.
Cuando ya los dos estudiaban en el conservatorio, en el 2011, comenzaron a participar de una orquesta-escuela donde ella cantaba y él era segundo violín. Ahí se conocieron. En el 2013 se pusieron de novios, en el 2014 se casaron y en el 2015 nació Isabella, la tercera integrante en las imágenes del espectáculo en el andén que filmó un pasajero y no dejan de ser compartidas en las redes sociales.
En un reportaje, Diana precisó que “hacía eventos y me gustaban las cosas de una manera y a él de otra, entonces terminábamos más peleando que otra cosa. Ahora la pasamos mejor, debe ser porque estamos más adultos”.
Iván, contó que “puse mi cartel y empecé. Y me sirvió más que cualquier otro trabajo’, reflexiona. “Hace un año estoy en el subte siempre y me salieron más trabajos, más bodas y más shows”.
La Universidad de Lanús atiende y enseña a los chicos
Diana estaba más abocada a su docencia y a los eventos en los que la convocaban, pero desde fines del año pasado que se plegó también junto a su marido a los espectáculos en la calle y las estaciones.
Viven a 20 cuadras de la estación de Lanús, pero a veces también se presentan en Banfield. Durante todo el verano, después de su descanso en la Costa Atlántica, cualquiera que quiera verlos y contribuir con ellos los va a poder encontrar en el recorrido ferroviario del tren Roca, pero Lanús es su parada de inicio y regreso.
Y hay que ver la reacción de los caminantes, es algo especial, distinto. Por eso los cuentan en forma separada.
“Al principio, los primeros días que salimos a la calle, era muy difícil’, recuerda Diana. “Pero ahora nos toca la parte buena: tenemos mucho trabajo e hicimos contactos. Por ejemplo, ahora nos convocaron de la municipalidad de Lanús, por pedido del intendente, para la inauguración del parque y grabar para el sello del municipio”.
Lo que pasa es que lo que hacen es imposible de ignorar. La música clásica fuera de su contexto habitual toma por sorpresa a los hombres y mujeres que vienen y van de trabajar, que tienen calor, que están cansados, que quieren estar en sus casas y dejar la estación.
“Muchas veces se quedan mirando, escuchándonos; algunos dejan pasar tres o cuatro trenes y otros se quedan hasta 20 minutos. Es muy gratificante la reacción de la gente, en los últimos días y meses la pasamos muy bien”, resumió Iván.