Como dice la remanida frase "no hay mal que por bien no venga". Desde hace años en la televisión abierta el humor brilla por su ausencia. Se dice que el último ciclo íntegramente de humor fue Poné a Francella (Telefe, 2001). La justificación de productores y programadores, en general ,se basa en otra célebre frase de pasillo: "Es un programa caro". Pero la pandemia abrió una nueva tendencia y boca de salida para los shows de humor, el streaming (por red de internet). Este mes y en octubre se viene una avalancha de espectáculos entre estrenos, segunda y terceras vueltas cuyo valor de entrada arranca desde los 400 pesos en adelante y lo pueden ver una familia. Lisa y llanamente, hoy se podría afirmar que el humor se trasladó al streaming y, aparentemente, el fenómeno llegó para quedarse.
Diego Reinhold, Martín "Campi" Campilongo, Jay Mammon, Lizy Tagliani, el trío Fredy Villarreal, José María Listorti y Sebastián Almada, Pinti, Fátima Florez, Federico Bal y Marcelo Tinelli en calidad de productor y presentador. En varios casos, los protagonistas de los streamings de humor son, al mismo tiempo, los productores, libretistas, directores, iluminadores, maquilladores. Todo empieza y termina en uno mismo.
Consultados por DIARIO POPULAR dos figuras emblemáticas del humor que van por la tercera vuelta de sus respectivos espectáculos, Reinhold regresa con Streaming Show (el viernes 25 de septiembre a las 22 en desde el teatroastroslive.com) y Campi con Campi en Cuarentena (jueves 25 de septiembre a las 22 por Plateanet) no se animan todavía a hablar de un fenómeno propiamente dicho, pero aseguran que es una tendencia que la pandemia expuso, profundizó y generó un viento de cambio que hoy nadie puede negar o mirar para otro lado. Se abrieron nuevas puertas gracias a las nuevas tecnologías.
Frente a lo nuevo del streaming reconoce que "nos agarró en un momento en el que todos estamos viendo qué hacer ante la imposibilidad de trabajar. Es verdad que nos agarró de sorpresa. Algunos estaban un poco más preparados para el cambio sin darse cuenta. En mi caso, yo siento que puedo girar con el mundo, aunque no es fácil. Antes de los streamings arranqué con los eventos en plataformas vía zoom desde el living de mi casa".
Luego subió un escalón más con el humor para un público masivo, el streaming: "A diferencia de la televisión, el streaming es artesanía, sale de uno y vos sos tu propio canal y que se vayan todos a la m... Digo, los que no te dieron las oportunidades. Se democratizan los accesos. No hay reglas ni leyes ni moral ni ética. Acá es todo tuyo. El gobierno soy yo, artesanal y personal. En cambio, el teatro es irremplazable, no se puede comparar. Este es el límite o dicho de otra forma, no se puede hacer todo vía streaming".
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Pero Reinhold no para de subir escalones y tiene en manos un proyecto más ambicioso en el mundo del streaming que puede ser punta de lanza, el lanzamiento próximo un canal propio de streaming desde su casa: "Es un proyecto comercial que me acercaron productores y me convocaron para la dirección artística. Armé un estudio de televisión, pinté la pared color verde cromo y desde allí se ofrecerán contenidos On Demand (video bajo demanda), tipo Netflix (se ríe). Yo estoy preparando un programa diario tipo Late Night a la mínima expresión, ciclos de noticias políticas y muchas charlas Ted (pensadores y emprendedores comparten sus experiencias). Se va a llamar RMTV. Es una forma de montarse de lo que está pasando en materia tecnológica y show”.
Su par, Campi que profesa un humor de barrio y quien tuvo una experiencia de televisión en Noti Campi (Telefe, 2016/17) -en base a imitaciones y parodias de famosos-. señala que “es verdad que los productores dicen que los ciclos de humor en TV son un poco caros, pero no coincido en todo. Éramos cuatro personas. Yo hacía casi todo. Siendo argentinos somos todo terreno. Yo hacía pelucas, el maquillaje de látex, el guión. Y lo hacía porque no había presupuesto Como digo siempre, todo empieza con una necesidad (en su caso salir a mostrar sus diversos personajes)”.
Se puede decir que a Campi el armado de un ciclo propio de humor no le cuesta nada porque su trayectoria de humorista “polifuncional”. Aunque el problema era la llegada a la pantalla chica, siempre hablando de un ciclo de humor pura cepa en la televisión. Esta costumbre quedó tan arraigada que a la hora de armar su propio espectáculo Campi en Cuarentena le salió anillo al dedo en el contexto de pandemia: “Con el segundo streaming agoté una Gran Rex (3200 butacas, equiparables a visitantes en internet). Con la operadora del streaming pusimos un tope para que la página no se caiga. Así salimos todos contentos, no se colapsa la página web. Yo creo que el tema de la ambición hace lío”.
En cuanto al show tiene un condimento especial porque la escenografía es su hogar, Surgió por una necesidad imperiosa. Con el decreto del presidente de la Nación del confinamiento social, obligatorio y preventivo “no se podía salir de la casa. Yo tuve que hacer la obra y los asistentes fueron los integrantes de mi familia (los chicos grandes se dividían entre la luz y el sonido, la chiquita la logística y mi mujer (Denise Dumas) supervisó todo y funcionó muy bien. En la segunda función vieron a mi familia en el saludo final. Ahora para la tercera me piden que salga de mi casa y pese que ahora se autoriza a grabar en el teatro (como en el caso de Reinhold), esta obra está concebida así. Como yo digo: ‘Equipo ganador no se cambia’. Y después me di cuenta que trabajar con la familia no es un mensaje menor y no me daba cuenta que transmitía algo que había rescatado el público. Por eso no lo voy a cambiar”.
Campi define el nuevo escenario del humor por donde hoy se cuela una ola de espectáculos, el streaming como “un híbrido entre el teatro y la televisión. Estoy seguro que el streaming vino para quedarse. Compararon entradas para verme gente que vive en Dubai, Estados Unidos! En mi caso el valor de la entrada que puse es de 400 pesos para que la pueda ver toda la familia y su valor económico no sea un condicionante”.
El streaming, por ahora, no se siente como una competencia de la televisión en el rubro. En verdad la nueva plataforma en internet viene a cubrir un gran vacío en la grilla de la pantalla chica.
Por las experiencias de Reinhold y Campi surge un nuevo modo de entretener y dar cabida a las diferentes facetas de humor, desde el humor popular masivo al más delicado, elegante y sutil. Una diferencia importante que marca Campi explica parte del éxito como una de las grandes diferencias con las televisión: “En general los espectáculos vía streaming se realizan una vez por mes o más salteados. Por eso digo que no es competencia con la televisión, pero sí suma público y nuevas opciones”.
A su vez, puede que la tele por su dinámica y exigencia en un ciclo de humor diario o semanal desgaste el producto. La independencia del streaming juega a favor del streaming que en el rubro del humor ya está dando el gran batacazo.