
La modelo, que no contó con sus hijas porque Mauro Icardi le ganó la pulseada judicial, pasó Nochebuena en el país vecino con su pareja, sus tres hijos varones, su hermana e hijos y su padre, Andrés Nara.
Wanda Nara pasó la bienvenida de la Navidad en Uruguay junto a toda su familia, salvo sus hijas Francesca e Isabella, que estuvieron con Mauro Icardi. La empresaria y modelo celebró Nochebuena en el país vecino con su nueva pareja Martín Migueles, sus tres hijos varones Valentino, Constantino y Benedicto, su hermana Zaira e hijos Malaika y Viggo y padre de ambas hermanas, Andrés Nara.
¿Cómo fue el festejo de Wanda y su familia en la casa de José Ignacio, Uruguay? Una gran mesa de madera clara con manteles individuales tejidos en tonos naturales, platos blancos de borde sutil y copas de cristal. Las servilletas, dobladas a la perfección, llevaban pequeños gorros de Papá Noel en tonos rojos y plateados, acompañando la vajilla y sumando un guiño festivo a cada lugar.
El centro de mesa, con velas encendidas y figuras de cascanueces, generó un ambiente cálido e íntimo, reforzado por la luz baja y la vista al parque y a la galería de la casa, que se adivinaba a través de los ventanales. Zaira también compartió el momento en sus redes y celebró la habilidad de su ahijado para el ritual del asado, sumando comentarios y elogios de seguidores.
La participación de los jóvenes en la preparación de la comida mostró la colaboración y aprendizaje de todos los miembros, extendiendo la tradición familiar a las nuevas generaciones. La entrada consistió de bocaditos fríos, con huevos rellenos incluido.
El plato estrella de la noche fue el asado, preparado por Valentino López. La modelo también hizo algunas comidas típicas de la festividad, mostrando sus dotes culinarios: rollitos de salmón ahumado con eneldo, cucharitas con guacamole y pimientos rellenos, canapés de vegetales frescos y una cesta de crackers, que se sirvieron en bandejas de porcelana blanca.
Entre los hitos de la noche se destacó el lujoso regalo que Wanda exhibió con orgullo: un bolso Hermès Birkin 25 Picnic de edición limitada, confeccionado en cuero Swift color oro y mimbre osier, con herrajes de paladio. Fue presentado en su caja original y envuelto en papel de seda.
El autor del regalo es desconocido: no se sabe si se trata de un obsequio de su novio o de un autorregalo. Lo cierto es que Wanda, más allá de estar sin sus hijas, pasó una linda velada en familia.