Tras cuatro temporadas al frente de Este es el Show y participar de los programas satélites que Marcelo Tinelli contemplaba en la ex productora Ideas del Sur, Paula Chaves, decidió salirse de la comodidad, correr el riesgo de dejar lo conocido y afrontar el desafío de tomar las riendas de un formato novedoso para ella como Bake Off Argentina, El Gran Pastelero, el reality de pastelería que debutó el pasado domingo a las 22:30 por la pantalla de Telefé.
Cambio de timón para la modelo que supo demostrar que es mucho más que una cara bonita y hoy sorprende en un flamante rol lejos de los pormenores del mundo del espectáculo. “Estoy ansiosa y supercontenta a la vez. Creo que los cambios traen también como renovación de energía, se aprende mucho y se viven nuevas experiencias”, confiesa la chica de ojazos color aceituna que eligió priorizar sus tiempos en familia, en la asistencia de sus pequeños hijos Olivia y Baltazar, fruto de su matrimonio con el popular Pedro Alfonso.
“Gracias a Dios tuve la posibilidad de poder elegir porque estaba un poquito más complicada con el tema de los horarios de los chicos y un programa diario exige mucho. Insisto en que soy una afortunada en poder elegir. Fueron muchos años, mucho aprendizaje que te permite tener horas de vuelo. Es un poco como un piloto que tiene horas de vuelo y las tengo”, garantiza Paula que dejó de ser parte de la programación de El Trece para engrosar la de Telefé iniciando una nueva etapa en su carrera.
“Fueron 4 años”, señala respecto al envío que condujo junto a José María Listorti. “La verdad es que me hice grandes amigos y aprendí muchísimo. Este último año lo había tomado como un plus. Ya me había costado tomar la decisión de hacer el final de Este es el show y cuando recibí la propuesta de Telefé me pareció que estaba bueno poder cambiar. Cuando me dijeron de BakeOff la verdad es que me fanaticé con el formato. ¡No lo conocía y cuando se lo contaba a la gente me decían “No lo puedo creer, ¡es un éxito mundial!”. Luego, cuando empecé a ver los links de otros países me encantó”, da cuenta entusiasmada respecto al ciclo en el que está en juego un premio de 500 mil pesos.
Bake off Argentina, el programa por el que Paula Chaves decidió cambiar de aire, se centra en la competencia semanal entre doce pasteleros aficionados que deberán sortear distintos desafíos poniendo a prueba su técnica, creatividad y destreza dentro de los sabores de lo dulce y reúne a un jurado compuesto por el consagrado Christophe Krywonis y dos referentes de la pastelería argentina como Pamela Villar y Damián Betular.
“El formato es para toda la familia, la pastelería es muy atrapante. No es sólo un programa para aquellos a quienes le gusta la pastelería. Si no sos amante de la pastelería y no sabes hacer ni un huevo frito igualmente te va a atrapar Bake por el hecho del reality, de quienes buscan el mismo sueño que es consagrarse como el mejor pastelero porque ninguno de ellos estudió. Y además con un jurado de lujo. Es un programa que está recontra probado a nivel mundial, que es un éxito mundial”, promete esta escultural mujer que surgió a la fama precisamente de la mano del reality Super M.
La misma que hoy decide mudarse de pantalla hacia el canal de aire que más horas de su grilla le dedica a la cocina en formato de realities como el anterior Master Chef, que resulta de similar estructura a Bake Off.
“Que sea un reality lo hace mucho más atractivo. Me encanta que sea reality, me siento muy familiar. Yo soy una especialista”, sonríe quién confiesa haberse involucrado con cada uno de los participantes y seguir las instancias de todos. “Me metí mucho adentro del reality, cada semana se va un pastelero y la verdad que te toca. Se mezclan muchas emociones porque precisamente todas las semanas se va un pastelero. Entonces no soy de tapar ni fingir por ser la conductora, me dejo llevar por lo que vaya surgiendo. Se juegan muchas emociones. Se van creando como vínculos. Cada desafío tiene sus reglas, pero vamos viendo programa tras programa y me voy sorprendiendo con lo que pasa”, asegura Chaves.
Lejos de preocupaciones estériles o de abrir el paraguas antes de lo debido, esta conductora confía en el espacio asignado y no se enreda en los temores de la competencia. Sabe que los domingos por la noche, más específicamente en el segmento en que sale su envío, la televisión presenta una oferta mayúscula repartida entre los programas de entrevistas y los netamente políticos. Pero ella no le teme a nada. “No soy de fijarme mucho contra quién va o contra quién no. Trato de focalizarme porque tampoco podés hacer nada. Vamos después de Marley a las 22.30 y si la gerente de programación lo puso en ese horario confío en la gente que sabe”, comenta.
“Soy la mujer que más le duró a José María (Listorti)”, desliza Paula entre carcajadas y enseguida aclara “después de Moni”, en alusión a su esposa Mónica González. “Fueron conducciones de a 3 años, de a 3, pero yo duré 4”, vuelve a sonreír.
“Fue un gran compañero y es aun amigo de la familia, siempre voy a tener un cariño especial por Jose”, asegura Chaves reconociendo además a quieres le dieron posibilidades laborales.
“Estoy muy agradecida a Marcelo y a Ideas porque soy consciente de que me hice conocida gracias a ellos y me han dado infinitas oportunidades a mí y a mi familia. Pero necesitaba un cambio y estar más tiempo con mis chicos. Al mes de parir a Baltazar ya había vuelto a trabajar. Ciertamente necesitaba disponer de otros tiempos”, cuenta.
“Me encanta la pastelería y la cocina, me apasiona, pero no soy muy buena que digamos, medio como que no me sale, no puedo mentir en eso, es una realidad”, se ríe con fuerza reconociendo que el envío que hoy conduce la ubica en un curso acelerado del arte culinario.
“En este programa estoy aprendiendo un montón. Estoy como en mi salsa porque amo lo dulce, soy re dulcera. Con Bake Off supe que en pastelería todo es muy preciso, es una ciencia exacta donde no podés agregar ni un gramo más de lo que dice la receta”, indica.
De regreso a las medidas que la llevaron a consagrarse como una de las manquen más cotizadas de su generación, Paula Chaves, que engordó hasta 30 kilos en sus embarazos, luce una figura envidiable. Sin embargo, confiesa no privarse de comer todo lo que desea, y en especial el plato dulce en el que se centra el ciclo que sostiene.
“Pruebo todos los platos que se hacen. La verdad es que no me privo de nada y sino engordo es porque tengo una buena genética. Pero además soy una persona que le gusta mucho el deporte y la vida sana, pero como de todo”, agrega de manera empática.
Respecto del horario y la conferencia señala que “Dejo que la cosa fluya y además está hecho, ya no puedo modificar nada. Los primeros capítulos ya están hechos, me queda apostar y pensar en que es un programa éxito en el mundo y que va a gustar, que nos va ir muy bien”, confía sin equivocaciones puesto que en su lanzamiento el pasado domingo el programa promedió 12,8 puntos rating logrando imponerse por 2.0 puntos sobre El Trece y se convirtió en lo más visto del día.
Su crecimiento personal va de la mano del acompañamiento familiar y Paula Chaves lo celebra y lo subraya con orgullo. Puesto que su marido Pedro Alfonso, quién también ha experimentado una abrupta popularidad e importantes propuestas artísticas que lo mantenían largas horas lejos de casa, ahora parece estar del otro lado y acompañar con la misma reciprocidad que lo hacía ella.
“Pedro está contento. Está en casa, tiene mucho tiempo con los chicos que es lo que también extrañaba. Nos acompañamos mucho”, dice con un brillo especial en la mirada. “Vino a un par de grabaciones, me trajo a los chicos porque quizá estaba mucho tiempo fuera de casa. Nos acompañamos mucho y disfrutamos cuando al otro le va bien. En este nuevo proyecto, este nuevo desafío sentir su apoyo es muy importante para mí. Lo que me pasaba a mí cuando él estaba full time. Yo le llevaba a los chicos cuando él estaba en el Luna Park con Esperanza mía o cuando hace temporadas en Carlos Paz. Nos complementamos mucho”, ratifica para luego remarcar su admiración.
“Soy su fan número uno. Me encanta verlo con sus fans. Me encanta verlo en las temporadas de Carlos Paz, jamás lo vi a él con un cartel de 'No hay más localidades'. Es muy tranquilo en eso y es un ejemplo”, concluye.
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