El fútbol brasileño está en el ojo de la tormenta por una investigación judicial sobre arreglos de partidos en 2022 que develó que hay varios futbolistas involucrados. Y en las últimas horas, se habría sumado a la lista el nombre de un jugador de Fluminense que viene de jugar ante River por Copa Libertadores.
Se trata del defensor Vitor Mendes, quien comenzó sentado en el banco de suplentes pero ingresó a los 24 minutos del complemento e lugar de Felipe Melo, quien coqueteó reiteradas veces con la segunda tarjeta amarilla que hubiese dejado a su equipo con uno menos.
El zaguero central de 24 años es acusado de haber recibido un soborno de parte de una mafia de apuestas deportivos de 35 mil reales para hacerse amonestar. El hecho ocurrió en septiembre de 2022 cuando Juventude, su club de ese momento igualaba 1 a 1 frente a Fortaleza y Mendes recibió una amarilla a cinco minutos del final.
Luego de que la noticia salga a la luz, Fluminense decidió separar al futbolista del plantel y publicó un mensaje en sus redes sociales aclarando la decisión. "El Fluminense informa que el jugador Vitor Mendes está separado preventivamente de las actividades del club", escribió el club tricolor.
Varios jugadores serán juzgados por la justicia brasileña tras una denuncia contra 16 investigados por el arreglo de resultados a través de apuestas deportivas en al menos 13 partidos. Eduardo Bauermann (Santos), Igor Cariús (Sport), Victor Ramos (Chapecoense), Paulo Miranda (Náutico), Fernando Neto (Sao Bernardo), Matheus Gomes (Sergipe) y Gabriel Tota (Ypiranga), fue la lista inicial de nombres a la que se sumó Vitor Mendes.
Según informó el Ministerio Público, las autoridades brasileñas identificaron la manipulación de los resultados de al menos ocho partidos disputados de la primera división del Campeonato Brasileño de 2022 y uno de segunda. Los futbolistas acusados se comprometían "a cometer penaltis" y "faltas" para recibir tarjetas amarillas y rojas con el objetivo de favorecer a una "organización criminal" dedicada a las apuestas deportivas.
La banda se encargaba de reclutar "futbolistas profesionales" para, a cambio de una contraprestación, que oscilaba entre los 10.000 y 20.000 dólares, "garantizarse" que ocurrieran determinadas acciones en los partidos y "asegurarse así el éxito de elevadas apuestas deportivas" en plataformas como Bet365 y Betano.
El grupo también utilizaba "numerosas cuentas de terceros para aumentar sus beneficios y ocultar a los verdaderos beneficiarios", y se valía de "intermediarios" que identifican y establecían "contacto con los jugadores dispuestos a corromperse", afirmaron los autores de la denuncia, que tiene más de un centenar de páginas.
La Fiscalía del estado de Goiás, encargado del caso, afirmó que consiguió recopilar un "amplio material probatorio", que incluye capturas de pantalla de conversaciones y transcripciones de audios entre los acusados, obtenidas mediante autorización judicial.