En Independiente ahora sí que Rueda una gran ilusión

La confianza inicial de Rueda recibió un llamado de atención. Su equipo venía con una marcha impecable en la competencia a la que ingresó en la segunda fase y, desde entonces, había ganado seis juegos y empatado los otros dos restantes. Independiente le sacó el invicto y le recordó que defensivamente otorga algunas ventajas que pueden llegar a ser explotadas en la revancha, si se descontrola en busca del triunfo que está obligado a obtener. Incluso, necesita más de un gol de ventaja para evitar alargue y/o penales.

Ariel Holan, por su parte, puso la matemática sobre la mesa: “Tenemos un 66 por ciento de chances de traer la Copa a casa”, explicando que un triunfo o un empate le sirven al Rojo para cumplir el objetivo de gloria. También aclaró que sabe que Flamengo, de local, juega de otra manera, por lo que deberán analizar las modificaciones que harán en el equipo para encarar el partido determinante. la primera lectura que se puede hacer de esa reflexión es imaginar a un Independiente algo más cauteloso, tal vez con dos volantes centrales y, por qué no, con una línea de cinco en el fondo sumando el aporte de la talla de Amorebieta para evitar sobresaltos aéreos. Claro que también hay que imaginar a un entrenador pensando en voz alta: “Si hasta aquí llegamos con una idea y un estilo, sería un error modificarlo para encarar el capítulo final”.

De un lado y del otro será una semana intensa de planificación. Habrá que pensar muy bien el partido que se puede dar, sabiendo que, en definitiva, será la lucidez de los protagonistas la que incline definitivamente el plato de la balanza del éxito.

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Independiente, hasta aquí, mostró varias cosas positivas. El miércoles ratificó una de las más importantes: está bien de la cabeza, no muestra la fragilidad de mandíbulas que tuvo en los últimos tiempos y que, ante el menor golpe, lo veía aflojar las piernas y entregarse desde lo anímico. Está fuerte de espíritu y eso le permite potenciar sus virtudes técnicas; no baja los brazos, va a al frente y, respetando su libreto de presión e intensidad física, logra imponer desequilibrio desde la fluida circulación de la pelota y respuestas individuales de nivel creciente.

Pero Independiente también tiene lunares que reconoce y, en ocasiones, lo atormentan. La pelota parada en contra, con goles que sacudieron la estantería: Libertad hace poquito y ahora Flamengo. Ambos rivales también le desnudaron pasajes en los que, al bajar la intensidad en la tenencia de la pelota, cedió exageradamente la iniciativa a ambos rivales sufriendo más de la cuenta al depender de la falta de eficacia del adversario para cerrar cada negocio.

A Independiente le queda el último tramo, el escalón final. Irá a Río de Janeiro con toda su ilusión en un bolso y la sensación de saber que no es menos que el poderoso Flamengo, en el otro. Sabe que, aún con la ventaja que logró, no será sencillo. Pero a Flamengo también le quedó en claro que su último rival tiene con qué complicarle sus planes. De hecho, le hizo conocer el sabor la derrota que, es esta Copa, todavía no había probado. Habrá que ver cómo reacciona a este primer revés.