Ramos Mejía: el Caso Macarena Mendizábal, a juicio oral

El único imputado es Santiago Silvoso - conductor del vehículo que embistió al auto propiedad de Macarena, que ella no manejaba- por el delito de lesiones culposas leves en concurso ideal con lesiones culposas gravísimas.

La colisión se produjo en avenida Costanera y Pampa, en uno de los extremos del Aeroparque Jorge Newbery, en Capital Federal. Macarena sufrió un fuerte golpe en la cabeza que la dejó, según los profesionales, en un estado irreversible, y marcó el inicio de un calvario para su papá, José Luis, y su mamá Adriana Aruj, que hacen lo imposible por la salud de ella y para obtener justicia.

Test de alcoholemia positivo

Según distintos testigos, Silvoso -piloto de competición- pasó un semáforo en rojo, algo que niega, y un test de alcoholemia arrojó que tenía 1,46 gramos por litro de sangre (el triple de lo permitido, 0,50), análisis que pone en duda. Solicitó que su pena fuera realizar trabajos comunitarios, algo que la Justicia rechazó y dispuso el juicio oral.

Al momento del fatídico hecho, Macarena se destacaba en patín artístico en el Club Estudiantil Porteño de Ramos Mejía, cursaba el cuarto año de Sicología en la Universidad Católica Argentina y colaboraba con un hogar de chicos de la calle del partido de Vicente López.

Si bien la joven fue rápidamente auxiliada y asistida en el Hospital Fernández -el mismo donde está internado Santiago Siciliano, el agente de tránsito atropellado el domingo a la madrugada- el golpe que sufrió produjo literalmente que su cerebro girara dentro del cráneo, provocando lo que se denomina lesión axonal difusa, que produce el estado vegetativo, una situación de vigilia sin respuesta.

Macarena vive en su casa, pero en una habitación que ha sido equipada con aparatos idénticos a los que tiene una sala de terapia intensiva de un centro de salud. Hay personal de enfermería que la cuida las 24 horas, diariamente está 8 horas con un respirador, cada semana recibe 17 sesiones de kinesiología y dos controles de su médico de cabecera.

Sobre las expectativas por el juicio, la mamá de Macarena, Adriana Aruj, sostuvo que "me atraviesan muchas sensaciones, dolor, impotencia de verla así, y alegría de saber que falta poco para saber cuál es la condena para el culpable".

Agregó que "sigo rezando por el milagro de su despertar y sigo peleando para que tu padecer se convierta en una justicia que aliviará nuestras almas. Ojalá los jueces tengan la cordura para dictar un fallo justo".

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