La denuncia de Thelma Fardin contra Juan Darthés destapó decenas de historias ocultas durante años. Una de las más desgarradoras fue la que contó Santiago Bustince, un joven de 24 años que sacó a la luz el calvario de abusos sexuales y maltratos que sufrió en la infancia con su padre, Fernando Bustince, un oftalmólogo que fue condenado a 5 años y medio pero que nunca estuvo preso y continúa libre atendiendo a decenas de pacientes en una clínica de Quilmes.
Al relato de Santiago se sumó el estremecedor testimonio de su madre, quien, en diálogo con Popular, agregó detalles escalofriantes: “Este hombre es un psicópata, abusó de sus tres hijos. No tiene cura, tiene que estar preso y no salir más, porque va a volver a lastimar a alguien”, expresó María Fernanda Bertoncello.
La primera denuncia fue presentada en 2006 y recién ocho años después un tribunal de Quilmes condenó a Fernando Bustince por “abuso sexual con acceso carnal” de sus dos hijos menores, ya que Santiago, si bien padeció lo mismo, no estuvo incluido en la denuncia que radicó su madre.
“Todo comenzó a suceder en la misma época. A Santiago comenzó a abusarlo cuando tenía 7 años, a mi hijo del medio cuando tenía un año y medio, y la nena, la menor de los tres, cuando tenía 10 meses de vida. Después de varios años, pude presentar pruebas en la Justicia y lo condenaron”, recordó Bertoncello, quien se separó de Bustince cuando estaba embarazada de su hija.
Pese a la sentencia, los abogados defensores del oftalmólogo consiguieron que siga en libertad hasta que la condena quedara firme y apelaron en cada una de las instancias judiciales, hasta que el caso llegó a la Corte Suprema.
“Espero que los jueces actúen rápido. Este sujeto goza de impunidad y sigue trabajando en la misma clínica que trabajo yo. Pedí que nos pongan horarios diferentes para no tener que cruzarlo”, afirmó y, luego, sostuvo: “Para colmo, vive en el barrio Fincas de Iraola I (Berazategui), donde mis hijos tienen todo su círculo social. Nosotros vivimos en el barrio de al lado, en Fincas de Iraola II. Cuando los chicos van a visitar a sus amigos se lo tienen que cruzar”.
Para Bertoncello, la historia que sacó a la luz su hijo Santiago es “admirable”. “La condena social es lo que más le debe doler. Mi hijo consiguió en un día mucho más de lo que yo pude lograr en 15 años de abogados. Siento orgullo porque es el fruto de muchos años de sacrificio en los que luché por la integridad de mis hijos. Llevé a los tres al psicólogo cada semana de sus vidas, por eso la entereza y coherencia que tienen me conmueve”, relató.
Por último, dejó un mensaje para los jueces de la Corte Suprema que tienen en sus manos la causa. “Les pido sentido común, que no actúen como si fueran computadoras. Fernando José Bustince no tiene cura, tiene que estar apartado de la sociedad”.