Laura Novoa: "Actuar es como estar casado: hay que renovar el entusiasmo"

Pasa sin escalas del teatro comercial al teatro oficial y en ambos lugares se siente cómoda. Lo mismo le sucede con el cine y la televisión. El año pasado trabajó en “Fanny, la fan”, que tuvo un final abrupto a menos de un mes de su estreno por la pantalla de Telefé. Y así como en la pantalla chica protagonizó series o unitarios muy recordados como “Poliladron”, “Mujeres de nadie” o “Lo que el tiempo nos dejó”, en cine se la pudo ver recientemente en el thriller “Las grietas de Jara”, de Nicolás Gil Laavedra. Esa movilidad entre distintos espacios ha caracterizado toda su carrera, que nunca se instaló en un solo lugar. Este ir y venir constante tiene que ver con su postura frente a su trabajo: “No existen medios menores o mayores sino actores menores o mayores. Todos somos actores, laburantes, y cada uno se toma en serio o no su trabajo”, dice la actriz que asumió el desafío de actuar, bailar y cantar en “El casamiento”, obra que protagoniza junto a Luis Ziembrowski y Roberto Carnaghi, y que narra el drama de un hombre contemporáneo que, en medio de la guerra, ha visto su casa convertida en una taberna, a su novia en una mujerzuela y a su amigo en un ser fantasmagórico. En su intento por recuperar la felicidad de su pasado, su mundo comienza a moverse entre la realidad y la imaginación.

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l ¿Cuál es tu personaje en la obra?

-Es el de la mujer de ese hombre. Mi desafío es enorme. Hacía como cinco años que no trabajaba en el Complejo Teatral, después de haber trabajado mucho tiempo. Y siento que es un espacio super importante no sólo de experimentación sino de mi animal de actriz política. El teatro oficial es un espacio importante para la sociedad porque es un lugar de pensamiento.

l ¿Por qué te habías alejado del teatro oficial?

-No fue por nada en particular más allá de que los proyectos para los que me convocaban no eran como para mí o no me convocaban para algunos que sí me interesaban. Aparte, yo voy fluctuando bastante. Tengo que hacer una de cal y otra de arena.

"Hacía como cinco años que no trabajaba en el Complejo Teatral, después de haber trabajado mucho tiempo"

l ¿Para no encasillarte?

-No sólo por eso, sino por las economías de cada uno de los espacios. Y también porque me gusta tomarme vacaciones dentro del propio amor que es la actuación. Entonces, hice teatro comercial y me fue bárbaro. Ahora estoy con “El casamiento” y para la segunda mitad del año vuelvo al teatro comercial con José María Muscari en “Atracción fatal” (donde también trabajarán Pablo Rago y Sofía Gala), basada en el film del mismo nombre, donde haré de la esposa engañada.

"El teatro oficial es un espacio importante para la sociedad porque es un lugar de pensamiento"

l Durante muchos años tuviste continuidad en la televisión. En los últimos años, tus participaciones televisivas son más esporádicas. ¿Por qué?

-Porque tengo la suerte de que mis piletas no sean estancas. Hay algunos actores que no pueden o que no les surge un trabajo en cine o en tele o en teatro. Yo tengo la suerte de poder navegar en tres aguas distintas. La relación que más me dura es mi relación con mi profesión. Siento que es una relación afectiva y amorosa la que uno tiene con sus profesiones en el mejor de los casos, cuando te toca trabajar de lo que amás, pero que por el trabajo mismo o por la monotonía a veces pasa que se te va yendo el color y es una pena. Es como un matrimonio, hay que renovarlo. Esta posibilidad de hacer teatro, cine y tele hace que renovemos todo el tiempo el entusiasmo que, como en cualquier relación, la convivencia puede llegar a matar.

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